La encrucijada de IU en el gobierno de Asturias queda de manifiesto en el reportaje que publica La Nueva España, con un “análisis” previo de J.M.Piñeiro -el “politólogo” de LNE- en el que vincula la elección de Cayo Lara como coordinador general de esta fuerza política con la elección, a su vez, de Ignacio Fernández Toxo al frente del sindicato CCOO, algo que a mi juicio tiene muy poco que ver, por mucho que los mensajes de movilización de Toxo pudieran parecerse a los que lanzó Lara en un primer momento, puesto que Toxo, responsable del metal en este sindicato, al que vino a unirse minería, ha sido siempre un pragmático, que apoyó y firmó resoluciones muy discutidas por los sectores críticos del sindicalismo, como fueron la venta de Santa Bárbara o la liquidación de los astilleros públicos de Izar, sin remontarse ya al conflicto que protagonizó con los despedidos de Duro Felguera.
Publica LNE en su reportaje, además, declaraciones de Emilio Huerta ‘Triqui’, Jesús Iglesias, Manuel García Fonseca el Polesu, Roberto Sánchez Ramos y Francisco de Asís Fernández, que en estos momentos es secretario general del PCA, se supone que en íntima coincidencia con los postulados de Cayo Lara, por pertener a la misma organización política que ahora controla IU en el ámbito nacional, aunque debe recordarse que la a su vez coordinadora de IU en Asturias, consejera del Gobierno de Areces, y una de las promotoras principales del asalto a la sede de IU en la plaza de América de Oviedo, Noemí Martín, está expulsada del PCA, mientras que el propio de Asís o Roberto Sánchez Ramos, están a su vez expulsados de IU.
Para completar el coro disonante que nos presenta LNE, se recuerda la vieja pretensión de crear una nueva fuerza política de Francisco Javier García Valledor, hoy excluído del sanedrín llamazarista, al que estos dejaron fuera del gobierno y ni siquiera invitaron a formar parte de la fundación creada por los seguidores de Gaspar Llamazares para preparar una posible opción al margen del PCE e incluso de IU. Dífícil camino el de crear un nuevo grupo político, incluyendo las testimoniales aportaciones del Bloque por Asturies y Los Verdes, grupos residuales de anecdótica militancia, y es tan difícil ese camino para Valledor, como para los afines a Llamazares, pues se colocarían en ese espacio del nacionalismo asturiano que a duras penas consiguió un diputado regional, cuando se produjo una convergencia entre la mayoría de los pequeños partidos que luchan por él.
El esfuerzo que realizó el más influyente periódico asturiano con este pequeño despliegue en el que se combina el análisis de Piñeiro con las declaraciones de los líderes de las diversas corrientes, presenta una interesante novedad, y es que por primera vez se tiene en cuenta la presencia en el escenario de los líderes asturianos del PCA, que con su elección al frente de IU en España, les otorga un papel protagonista en uno más -Asturias no es el único problema de IU que deja Llamazares-, de los enormes retos que Llamazares colocó a su sucesor, con un endeudamiento astronómico, con una representación parlamentaria testimonial, y con su perfil político totalmente desdibujado al ser hoy en día, no una fuerza política autónoma, sino la muleta con la que el PSOE gobierna en los ayuntamientos y comunidades autónomas en las que participa, salvo el inconcebible caso vasco, en donde el distanciamiento entre la IU local y la nacional es tal, que allí los seguidores de Madrazo gobiernan con la “derecha” nacionalista del PNV.
La sensación es que lo que se presenta como un problema para el PSOE asturiano, o para ser más exactos, para el gobierno de Asturias, no es tal problema, pues incorporando a los Martín, Aurelio y Noemí, al frente de dos consejerías, y situando a Los Verdes en un puesto corcho, como es el caso de Joaquín Arce, con lo que se tapan bocas ecologistas, los socialistas lo tienen muy sencillo en el caso de que Cayo Lara agarre el toro por los cuernos y se decida a dar un golpe de mano en Asturias, pues entonces se produciría un problema jurídico que necesitaría suficiente tiempo para elucidarse, como para que termine el mandato, en la discusión del papel de Iglesias, Vallledor, los Martín y compañía, como tránsfugas, dado que en estos momentos IU de Asturias ya modificó su propio estatus político al margen de los órganos nacionales, para convertirse en Izquierda Xunida, lo que la convierte ya en un grupo tránsfuga, cuya declaración como tal supondría enredo tan grueso que difícilmente podría solventarse en el tiempo que resta, y más, con la experiencia acumulada en el caso de Sergio Marqués, al que no se declaró tránsfuga en ningún momento, a pesar de la evidencia, gracias a las habilidades de Vicente Álvarez Areces, que dado el peculiar enredo que viven hoy los seguidores de Llamazares, no tendría ningún problema para repetir la jugada, aunque de otra manera y con otros protagonistas.
Pero al final, como siempre, se evita penetrar en el núcleo del problema, que es el que presenta el inmediato futuro de quien por si acaso ya se negó a dimitir como diputado, el propio Gaspar Llamazares, que a pesar de su clamoroso fracaso electoral, y de su derrota interna después, demuestra con su desesperada resistencia agarrado al escaño, que tiene planes personales para no incorporse en ningún caso a la vida laboral, y para el que cuando concluya esta legislatura, le quedará sólo Asturias para sobrevivir en política , por muchos equilibrios que haga en Madrid a partir de ahora. La situación del PCA y las expectativas de Sánchez Ramos y de Asís, pasan en buena medida para Cayo Lara por una solución para quitarse a Llamazares de encima, y si algo tiene hoy Llamazares para negociar, es la impresionante jaula de grillos que creó en Asturias.
JUAN VEGA " EL COMENTARIO TV"