viernes, 11 de julio de 2008

TODO LO QUE DEBERIAMOS SABER SOBRE LAS FARC Y NADIE LO CUENTA

Hay temas hoy en el mundo que son difíciles de tratar de forma objetiva o al menos imparcial. En torno a determinadas cuestiones de actualidad la asfixia mediática es tal que parece imposible intentar hablar de ellas desde otro punto de vista que no sea el del pensamiento único. Con la reciente liberación de Ingrid Betancourt, política retenida por la guerrilla colombiana FARC durante largos años, hemos vivido una nueva avalancha de informaciones con un único denominador común: lo mala que es la guerrilla, y lo bueno que es el ejército colombiano que lucha por la democracia y la paz. Alguien que en nuestro país trate de explicar otro punto de vista que no encaje en ese enfoque corre el riesgo de ser inmediatamente tachado de colaborador de terroristas o cosas peores. Sin embargo, por muy evidentes que puedan tratar de presentársenos las cosas por parte de determinados medios (que guste o no, tampoco son imparciales) cualquiera que se preocupe de rascar un poco debajo del discurso simplista encontrará que hay cosas que requieren profundizar en los análisis: La guerrilla de las FARC lleva más de 50 años de lucha en territorio colombiano, de las más antiguas del continente y la más antigua que permanezca aún en activo. Cuenta con más de 10.000 combatientes en una guerra de frentes donde según los momentos históricos llegó a controlar una parte nada despreciable del territorio nacional. La guerrilla tiene su origen en los desplazamientos masivos de campesinado pobre y las expulsiones de tierras dirigidas por la oligarquía terrateniente colombiana, y la consecuente resistencia de ese campesinado frente a la violencia del estado y los terratenientes. La misma oligarquía, a la que pertenecen tanto la propia Betancourt (cuyo padre fue ministro del dictador Gustavo Rojas) como el presidente Uribe, que hoy controla las inmensas riquezas del país para su propio lucro y el de las multinacionales yanquis y europeas (especialmente españolas) es la que aumenta sus riquezas sobre la pobreza de la inmensa mayoría del pueblo colombiano.  En Colombia se hizo más fácil armar una guerrilla que organizar un sindicato. La lucha armada en Colombia por la democratización y la distribución de la riqueza se convierte históricamente en la única salida, cuando el candidato del pueblo Elecier Gaitan es asesinado, cuando las experiencias de abandono de las armas como la de la Unión Patriótica se saldan con el asesinato de más de 5.000 de sus militantes en los años 80, cuando hoy año tras año cientos de “luchadores” sociales: sindicalistas, campesinos, estudiantes, defensores de los derechos humanos son asesinados impunemente por organizaciones paramilitares.  Estas organizaciones paramilitares cometen atrocidades sobre la población civil de manera masiva, sistemática e indiscriminada y algunos de sus casos más flagrantes han sido ya llevados ya a tribunales nacionales e internacionales, y salpican directamente al estado colombiano y al actual gobierno de Uribe cuyos lazos con el paramilitarismo y el narcotráfico han sido denunciados públicamente en repetidas ocasiones. Incluso el Washington Post publicó recientemente un informe en el que acusaba al ejército colombiano de “asesinar campesinos pobres para hacerlos pasar por guerrilleros”.
Para no abusar del espacio, simplemente añadir que mientras los talibanes combatían a la URSS en Afghanistan no eran terroristas, cuando la guerrilla albanesa interesó para destruir el estado Yugoslavo se convirtieron por arte de birlibirloque en “luchadores por la paz”, y occidente mira para otro lado cuando sus “engendros” coloniales masacran a población en Uganda o Ruanda…  El mundo en que hoy vivimos esta preñado de violencia, sea ésta más sutil o más extrema, y lo que debemos intentar en mi opinión, es tratar de comprender los procesos sociales que subyacen a esa violencia, los intereses sociales, nacionales e internacionales que entrañan los sujetos en lucha, y si se permite decirlo, la justicia social que representa cada fusil empuñado.
Fonso " Fou "

No hay comentarios: