miércoles, 25 de noviembre de 2009

«Cualquier asociación de ahora no alcanza la actividad de Amigos de Mieres»

«Pedimos al Alcalde que ponga una placa en la calle donde estaba la sede» 

FRANCISCO JOSÉ FARALDO Escritor, autor del libro «Asociación Amigos de Mieres» Mieres del Camino, Antonio LORCA Francisco José Faraldo llegó a Mieres en 1969 procedente de Barcelona e inmediatamente se involucró en la Asociación Amigos de Mieres. Aunque habitualmente su genero literario es la poesía, ahora se ha metido también a historiador para dejar acta de lo que significó aquella asociación, que llegó a tener 4.000 socios. «Esta asociación bien merece una placa de homenaje del pueblo de Mieres en el lugar donde estaba la sede, en la calle Aller, y así se lo hemos pedido al Alcalde» dice el autor del libro. -¿Qué fue la Asociación Amigos de Mieres? -Fue una entidad cultural que funcionó entre los años 68 y 91 en Mieres. Al decir que es una asociación cultural se dice parte de la verdad porque era cultural y social. Nace con grandes dificultades porque estaba identificada siempre con la izquierda. Desde su comienzo empiezan a florecer una serie de actividades que aportan un dinamismo a la región desde el aspecto cultural y sociopolítico enorme. Se desenvuelven muchas líneas de trabajo: un cine club, una escuela de teatro, deportes, conferencias, biblioteca, servicios de préstamo, actividades extraescolares con los centros de la zona, en fin, un espectro de actividades impresionante. -¿Qué la hizo tan importante? -La cantidad de actividad cultural que desarrolló. Cualquier asociación de ahora, aunque tenga subvención, no llega al volumen de actividades que desarrollaba Amigos de Mieres. Había meses en que se llegaba a hacer una proyección cinematográfica al día, llegó a haber cinco mil libros en la biblioteca, se pasaron películas que nunca hubieran llegado a los circuitos comerciales en nuestro cine club Luis Buñuel. La hizo prodigiosa sobre todo la entrega de la gente que participaba allí, que se dedicaban a ello, que era su vida. Gente que estaba permanentemente en la Asociación, a pesar de la persecución policial, de los cierres, de los atentados, que eran continuos, de las detenciones. Cuando había un estado de excepción cerraban la asociación. Entraba la policía, se llevaban los libros... Aún así, la asociación tenía una actividad tremenda. Es cierto que también le daban impulso muchos elementos del Partido Comunista, que fue esencial en la Asociación y también, en parte, el Partido Socialista. -¿Qué pasó con la Asociación al llegar la democracia? -Las personas más dinámicas de la asociación entraron en la nueva vida sindical y política que con la llegada de la democracia comienza a funcionar y la Asociación pierde muchos cuadros. Por otro lado, el campo cultural en el que se desarrollaba la asociación se convierte en un mercado donde aparecen otras ofertas y es difícil competir. -¿Cómo fue el final? -Un poco polémico porque hubo mucha confusión, etapas en las que no se convocaban asambleas, dejación de funciones. Yo creo que la dirección que hubo en la época no se tomó muy en serio su trabajo, hubo un relajamiento general debido a las circunstancias que te decía antes. El final fue un poco confuso y lo malo es que se ha perdido buena parte de la documentación y algo del patrimonio debido a la falta de rigor que hubo en estas últimas etapas. -¿Cuál fue su grado de implicación con la Asociación? -Fui presidente del parlamento de cultura durante algún tiempo y socio durante muchos años, cuando viví en Mieres. Desde que llegué de Cataluña me afilié de forma activa. -¿Se trata de recuperar una parte olvidada de la historia? -Lo que se pretende es hacer una serie de libros sobre el movimiento asociativo de Asturias. Investigar archivos y hacer entrevistas con las personas que formaron parte de estas asociaciones, fijar la historia, que en estos momentos está en estado gaseoso, es decir, no existe. Está en la memoria de la gente pero papeles se han perdido muchos. No se entiende la historia de Asturias sin la actividad de estas asociaciones. -¿Cómo se lograba llevar a cabo toda esa actividad? -Las asociaciones asturianas que se movían en este ámbito progresista estaban muy interconectadas. Había una red, de tal manera que cuando alguno de estos artistas venía a actuar aquí luego iban a otros partes. Además, muchas veces lo hacían gratis, hasta la muerte de Franco era todo prácticamente gratis, lo hacían solidariamente. Cuando traíamos algún grupo de teatro que era caro procurábamos que actuara en Oviedo y en otras asociaciones similares. Amigos de Mieres fue la pionera de este movimiento.

La Nueva España

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